El mundo cambia muy rápido, y las viejas estrategias de comunicación no funcionan con el consumidor de hoy, más conectado e informado. El mundo digital puede ser un puente para generar conversaciones de valor con tus clientes potenciales, crear relaciones y experiencias. Sin embargo, cuando no hay un rumbo claro alineado con los objetivos y metas como marca, no se obtiene buenos resultados y se desperdician recursos.
Estructurar una estrategia de marketing digital te dará una ruta de acción y permitirá hacer seguimiento a los resultados, así tus recursos serán optimizados para conectar mejor con tu audiencia. En resumen, hacer más con menos.
Busca tu libreta y anota los siguientes principios que debe tener tu estrategia digital:
1. Identifica tu propósito.
Las marcas deben tener un propósito más allá de las ventas, una historia para contar, sin esto es difícil conectar con tu audiencia y diferenciarte de la competencia.
Pegúntate: ¿Por qué existe mi empresa?, ¿Cuál es su propósito a largo plazo para mejorar la sociedad? Y comunica esas respuestas.
2. ¿Quién es mi público objetivo?
Un gran ejercicio para responder esta pregunta es crear tu buyer persona. Consiste en recolectar información demográfica, comportamental, las necesidades y motivaciones de tu consumidor final (o potencial), y crear un perfil para entender mejor que necesidades o deseos puede resolver tu producto o servicio.
3. Personalidad de la marca
Ya tengo mi mensaje (propósito), sé a quién va dirigido (Buyer persona). Ahora, revolveremos cómo construir y transmitir nuestro contenido. En este punto, debemos definir la personalidad de nuestra marca para implementar un tono en la comunicación y mantener la coherencia en nuestra estrategia.
4. Objetivos
Son un punto clave para conocer si las acciones realizadas están logrando o no resultados. Sin unos objetivos bien definidos, los datos que obtenemos no nos sirven para tomar decisiones que mejoren la gestión.
Entre tus objetivos pueden estar: el reconocimiento de marca, aumentar el número de ventas, captación de nuevos clientes, aumentar la interacción, fidelización, u otros que se ajusten a la estrategia.
5. Herramientas
¡Llegamos al momento de la acción! Establece las redes sociales donde debe tener presencia tu marca, haz un plan de contenidos y asegúrate que el 50% de este sea de valor, es decir, que muestre la utilidad del producto, sus beneficios y resuelva los problemas de los usuarios. El otro 50% se puede dividir en contenido promocional, educativo y creativo que genere interacción.
El SEO y SEM serán tus aliados. ¿Qué son? El SEO se centra en mejorar la visibilidad a nivel orgánico en los resultados de búsqueda y el SEM se basa en campañas de publicidad mediante anuncios de pago en los buscadores.
Busca asesoría en estos temas, asigna un presupuesto y potencia tus resultados.
6. Medir los resultados
Este es el paso decisivo que nos dirá si nuestras acciones obtienen los resultados deseados o debemos retroceder a revisar la estrategia y corregir los puntos críticos. La medición es fundamental durante todo el proceso, no exclusivamente al final dado que permite identificar errores a tiempo.
Los resultados a medir van a variar dependiendo de los objetivos planteados y existen varias herramientas que pueden ayudar (Google Analytics, Facebook Insights, HootSouite, Bit.ly, SocialMention y más).
Los básicos son: alcance (número de usuarios a los que llega nuestro contenido), engagement (interacción de los usuarios con la marca) y conversión (número de usuarios que completan la acción esperada).
En definitiva, construir una estrategia digital permitirá tener una ruta de acción clara, donde con pocos recursos es posible obtener grandes resultados.
¿Necesitas ayuda? Te acompañamos desde la búsqueda del propósito de tu empresa hasta la creación de un plan estratégico que resalte tu ventaja competitiva y te permita conectar con tu audiencia.